Para pintar algo, es necesario preparar cuidadosamente la superficie. Hay que recordar que la pintura no oculta defectos, grietas, irregularidades y otros desperfectos.
Etapas de la preparación de superficies para pintar:
- limpieza de la superficie,
- nivelación,
- imprimación,
- enlucido,
- lijado,
- imprimación repetida.
Primero, es necesario proteger los muebles, cubriéndolos con plástico y sellando el suelo para no estropearlo con los materiales de acabado.
Antes de pintar, es necesario nivelar cuidadosamente las paredes o techos, ensanchar las grietas y rellenarlas hasta una profundidad de 2 mm, y luego lijar las zonas rugosas.
Limpieza de la superficie. La zona a pintar debe estar seca y libre de polvo, suciedad y grasa. Primero, la superficie se limpia con un cepillo, espátula y otras herramientas. Si antes había papel pintado en las paredes, hay que quitarlo y limpiar bien las paredes. Para ello, se humedecen con agua y se ablandan.
Imprimación es la base preparatoria para impregnar la superficie, lo que servirá para una fuerte adhesión con las siguientes capas de pintura y dará uniformidad a la superficie.
Enlucido se aplica en una capa de 1-3 mm de masa de yeso para eliminar todos los defectos, grietas y otros desperfectos. La solución se aplica a las paredes con una espátula o paleta en varias capas. La superficie debe quedar bien nivelada. En la última capa, los expertos recomiendan aplicar una capa de enlucido para que la pared quede perfectamente lisa.
Lijado es el relleno y eliminación de todos los defectos. El lijado de superficies se realiza manualmente o con máquinas lijadoras después de cada enlucido.
Ahora, cuando la superficie está perfectamente plana y lisa, volvemos a imprimar las paredes y ya se puede empezar a pintar directamente.
